miércoles, 24 de febrero de 2010

Todo por Edipo

Como hija de padres separados mi mama se salvo de que quiera matarla prematuramente, mi papa pasaje en mano esquivo unas cuantas obligaciones y ambos me preservaron de las ventajas y desventajas de crecer en una familia prefabricada por los estereotipos.

A medida que iba creciendo desfilaron por mi infancia padrastros, casas, veranos con papa, casas, padrastros, edipos, con una circularidad impecable. Y como vos ya sabes la niñez y la conciencia no se rozan demasiado, en casos así, solo con el tiempo se puede exclamar:

AHHH! CON RAZON!!! Y se decide hacer un rato de terapia, comprar un modelo de vida o no querer ninguno, torturar con reclamos a los culpables, y varios etcéteras más. En mi caso, cuando me percate de que mi cabeza era una ensalada de los ingredientes mas variados, no me quedo más que revolver. A veces me sorprendo hilvanando recuerdos, deduciendo causas, temiendo analogías, trazando paralelos, trabajo selecto, para terminar siempre pronunciando: todo es por Edipo? Me resulta graciosamente alarmante (sí, esa sensación existe, me río de todo lo que puedo) que alcanza con que quiera a una persona, para que termine siendo un trotamundos. Y la misma historia, despedida, pañuelito, aeropuerto… mis historias se titulan: “Mi novio se fue a Japón”, “Prefiero el frío polar”, “Lo mío es fumar marihuana y tomar tereré”…etc.

La gran carcajada es cuando aparece algún psicólogo frustrado que me dice, vos elegís tipos que prefieren irse porque tu papa se la pasó viajando, puede ser digo yo, pero en realidad me río un montón. Después otro que me dijo una vez que yo elijo tipos que no se comprometen porque yo le temo al compromiso, y me reí, pero apenas.

Quizá me convenza y quizá me pase del otro lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pisadas