Está bien si lloro, si grito, si corro. Si me desgarro en los lamentos de mi alma desolada.
Pero eso no pasa.
Sin embargo, no se hizo de noche y no veo nada, no escucho más que a mi memoria que me dicta dos palabras.
Así de quieta me quede yo, sola, con esa oscuridad que se te mete adentro.
me encantó!!
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