martes, 12 de enero de 2010

El secreto

De repente ese ruido que anuncia que anoche termino, se vuelve estrepitoso, insoportable. Una mano tuya o mía tantea en la oscuridad para traernos nuestra paz, luego otra mano, tuya o mía, busca el otro cuerpo, porque todavía esta oscuro y nos sobran unos minutos para que llegues tarde al trabajo. Y mientras que las manos, buen día, la sonrisa y el juego, dulce placer matutino con ojeras y pocos besos porque mi aliento. El suave suspiro entre las alarmas de los vecinos. Ducha rápida, jamás habrá tiempo para el mate.
Y el secreto... volver a las sabanas, estirarme, que odio ahora si el colchón parece grande. Me duermo enseguida, pero no quería dormirme, quería quedarme con todo eso que el sueño deja mas lejos, no quería dormirme, me gusta mas despertar de la otra manera.

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